Después de que su esposo Darren tuvo cáncer testicular, Natalie supo que sus planes de tener un bebé no serían fáciles. Pero después de que su primer hijo llegara rápidamente siguiendo un tratamiento ICSI “perfecto», nunca imaginaron que tener un segundo bebé sería tan difícil. Aprendamos más sobre la experiencia de Natalie y Darren con la infertilidad secundaria en esta entrevista.

Recordarnos por favor cómo era la vida antes de la maternidad: ¿dónde estábais y qué hacíais?
Darren y yo nos conocemos desde que éramos niños. Darren nació y se crió en Bristol, y después de que me graduara como enfermera en Escocia, me mudé a Londres por un tiempo, donde coincidimos con más frecuencia. Al poco tiempo nos fuimos a vivir juntos y nos casamos. Descubrimos en nuestro primer año de matrimonio que Darren tenía cáncer. Lo detectamos temprano y se lo quitaron; Darren estaba bien. El médico nos ofreció la opción de someterle a quimioterapia para reducir el riesgo de una recidiva y para tener más control sobre su enfermedad. A pesar de que sabíamos que esto podría perjudicar a su fertilidad, optamos por tener más control sobre su enfermedad. A pesar de esto, sabíamos que las posibilidades más realistas para ser padres pasaban por una FIV. Curiosamente, saber esto con antelación, nos preparó un poco más para afrontarlo y estábamos más preparados que otras parejas, después de estar varios años intentando ser padres.
¿Cómo fue tu primer tratamiento de fertilidad?
Fue un tratamiento ICSI de libro: todo salió exactamente como se esperaba. Fuimos a una sesión informativa y nos hablaron sobre varias opciones. La enfermera de fertilidad explicó el medicamento y los posibles efectos secundarios. Luego, el médico explicó todos los procedimientos. Finalmente, el embriólogo explicó lo que sucedería, en cuanto a la formación de las células. Lo que nos explicaron fue exactamente lo que sucedió. La recolección de óvulos fue bien, obtuvimos una buena cantidad de embriones fertilizados y quedaron tres embriones de alta calidad, uno de los cuales se transfirió. Dos semanas después, estaba embarazada. Todo fue sencillo con el embarazo y el parto. Jackson (nuestro hijo) estaba en una posición de nalgas, así que necesité dar a luz por cesárea, pero todo salió bien.
¿Cómo te sentías mientras te preparabas para tener un segundo hijo?
Tuvimos una suerte increíble con Jackson, así que estábamos convencidos de que nuestra experiencia volvería a ser la misma y nunca esperábamos que la infertilidad secundaria fuera un problema. Nos quedaban dos embriones congelados, así que probamos un ciclo natural con nuestra clínica (BCRM Bristol); desafortunadamente, eso no funcionó. Es más, habíamos decidido mantener ese ciclo en secreto para amigos y familiares, lo que me resultó muy difícil de gestionar.
¿Qué pasó después?
Hicimos un último transfer con el embrión que quedaba, en este caso con apoyo farmacológico. Todo fue sencillo, pero justo antes de la transferencia, los médicos detectaron algo. Fue un quiste. Inicialmente, esto no parecía motivo de preocupación: tenía un quiste cuando me quedé embarazada de Jackson; era un efecto adverso de la medicación y desapareció. Sin embargo, los doctores estaban preocupados esta vez y cancelaron el ciclo. No reaccioné bien a este contratiempo, sinceramente.
En lugar de empezar de cero, la clínica me devolvió al principio del ciclo. Fue realmente difícil: un ciclo suele durar unas 6 semanas, pero esto significaba que al final habrían pasado un total de 12 semanas. Cuando me hicieron el transfer, poco después le dije a Darren que me sentía embarazada. No sé cómo explicarlo, ¡era como si pudiera sentirlo! Lamentablemente, ese embarazo terminó en un aborto espontáneo. Lo supimos en el momento de la ecografía diagnóstica, eso fue bastante duro de asumir lógicamente. Además, debido a los medicamentos que todavía estaba tomando, mi cuerpo tuvo que esperar a que el aborto espontáneo se produjera. Esa espera fue terrible, y no es algo que le deseo a nadie.
¿Cuándo decidiste volver a intentarlo?
Esperamos unos meses después del aborto y luego empezamos otro ciclo. Era un ciclo en fresco, por lo que tuvimos que pasar por el proceso completo de nuevo, incluida la punción. No sé qué fue, empecé sintiéndome muy positiva y preparada, pero fue horrible. Tenía migrañas cada dos días. La punción fue realmente dura, no obtuvimos muchos óvulos y finalmente solo teníamos un embrión que era realmente óptimo para el transfer. Toda la experiencia fue realmente muy decepcionante. Esa no se parecía nada a nuestra experiencia anterior y no entendíamos por qué no funcionaba como antes. Es más, después de casi cuatro años dedicados de manera muy intensa a este proceso: ovulación, concepción, tratamiento, el intento de embarazo y el cuidado de Jackson, estaba realmente exhausta.
¿Cómo se gestiona una “infertilidad secundaria” cuando ya has sido madre antes?
Todo fue mucho más difícil. Como sabíamos que queríamos un hermano para Jackson, fue muy difícil gestionar esto emocionalmente. Como te dije, teníamos muchos sentimientos confusos sobre por qué no estaba funcionando esta vez. Sin embargo, sabía que seguiría adelante, eso lo tenía claro.
Mientras tanto, físicamente no es fácil gestionar este proceso de nuevo teniendo en casa un niño de 18 meses y que en el proceso cumplió 3 años. De todos modos, esa edad es muy difícil, así que cuando no estás al 100%, es un trabajo muy duro. Ese fue nuestro principal desafío con la infertilidad secundaria.
Afortunadamente, tenemos familiares cerca para ayudarnos con Jackson. No tuve ningún apoyo emocional formal, Darren y yo hablamos mucho y con eso pudimos sacarlo adelante. Sin embargo, tuve un gran grupo de colegas y amigos pasando por algo similar, así que teníamos personas con quien hablar y compartir nuestra experiencia, algo que ayuda mucho.

¿Cómo os ayudó Access Fertility?
Llegamos tarde a Access Fertility. ¡Ojalá los hubiéramos encontrado antes! Hasta ese momento, lo habíamos financiado todo nosotros mismos y tuvimos que pedir ayuda a nuestros padres para que nos ayudaran. Darren había visto una publicidad de Access Fertility en el vestíbulo de la clínica y nos gustó mucho la idea de pagar por adelantado, de una sola vez, por tres ciclos con el programa multiciclo. Eso no solo nos daría la tranquilidad de que podríamos intentarlo de nuevo si no funcionaba, sino que también nos quitamos un peso de encima porque solo tuvimos que pedir ayuda a nuestros padres una vez. Desde su punto de vista, creo que apreciaron tener una visión más completa de lo que estaba incluido: todos sintieron que teníamos un poco más de control sobre el proceso.
¿Cómo fue vuestro programa multiciclo?
Estábamos en Navidades y todos necesitábamos un descanso antes de empezar de nuevo. Hicimos todas nuestras consultas de antemano (siempre las tienes entre ciclos, solo para comprobar cómo estás y qué ha cambiado). De esa manera, todos estábamos preparados para comenzar nuestro ciclo en enero. Lo recuerdo bien: estábamos en Copenhague de fin de semana y me llegó el período. Eso significaba que tenía que comunicarme con la clínica para planificar la estimulación ovárica, comprar la medicación, etc. De repente me dije, vamos a por ello, a ver si esta vez lo conseguimos.. Estaba cansada, agotada por todo el proceso y estaba deseando empezar a ver si ya era la definitiva. Era un ciclo en fresco, así que tuvimos la punción y a priori todo iba bien. Una vez más, el proceso iba perfecto. Me preocupé cuando me dijeron que sólo había un embrión óptimo, pero finalmente este embrión fue nuestro Ollie, fue muy emocionante.
¿Cómo fue tener un bebé durante el confinamiento causado por la Covid-19?
Descubrimos que estaba embarazada justo dos semanas después, nos encerramos por completo. En mi trabajo siempre se han mostrado muy comprensivos en relación a mi embarazo o a los tratamientos de FIV. Tenía que volver al trabajo justo antes de confinarnos, pero mi jefe me pidió que trabajara desde casa y no me puso pegas, para que estuviera segura. Han hecho una buena gestión de los trabajadores y estoy muy agradecida.
¿Qué consejo le daría a alguien que se enfrenta ahora a la infertilidad secundaria?
Que hable con alguien en el que pueda confiar y desahogarse. Habrá días en los que te sentirás tan mal, que solo querrás llorar. Necesitas a alguien con quien puedas hacer esto. Descansar cuando estés de bajón, porque se hace muy duro. Creo que el solo hecho de saber que no puedes hacerlo todo sola, te ayuda a gestionarlo mejor. A mí me costó mucho entender esto. Que pida ayuda, ya sea que sea la primera vez o en procesos sucesivos.